Tristán e Isolda- La Historia
-Eres increíble, protoncito mío.- Se me escapó una risita cuando escuché el nombre que me había puesto el día que habíamos ido al museo de ciencias.
-Sabes que es un nombre que suena muy estúpido, verdad?
-Eres el xenón de mi radón.- soltó. Ambos empezamos a carcajearnos.
-Deberías ponerte la mascarilla en el laboratorio cuando mezclas compuestos, los gases te están friendo las neuronas.- Acaricié su nariz de forma juguetona. Suspiré y enredé mi mano derecha en su cabello.- ac tamen amare.
-Que yo soy qué?
-Y sin embargo, te quiero.- traduje antes de juntar nuestros labios. Nos quedamos en silencio varios minutos mientras en la sala solamente se escuchaba el sonido de nuestras respiraciones.-Nunca has sentido la sensación de ars longa, vita brevis? – se quedó unos segundos en silencio.
-Yo es que soy de ciencias.- fijé la vista en su rostro con una ceja levantada.
-Has entendido algo de lo que he dicho?
-Claro…no.
-Lo siento. A veces no me doy cuenta de que no todo el mundo habla latín.- me disculpé.- Significa el arte es largo, la vida breve; es decir, que hay poca vida para lo mucho que se puede aprender.
-Sí. Hay tantas cosas que me parecen interesantes pero no me puedo dedicar a ellas, porque siempre descubro algo nuevo en lo que estoy estudiando.
-Exacto.- coincidí.- Oh, por cierto, tengo una cosa para ti.- Salí con fastidio de la calidez de su abrazo y rebusqué en mi bandolera. Saqué un tomo de Tristán e Isolda y se lo tendí.- Fue el primer libro que me regalaron. Mis padres me lo dieron después de decirme que me habían puesto mi nombre porque la misma noche que fui concebida, ellos habían ido a ver Tristán e Isolda al teatro. Pensé que te gustaría conocer la historia de nuestros tocayos.- sonrió.
-Me encanta. Pero no será el mismo libro que te regalaron ellos,no?
-No, no. Ese es mi tesoro. Conseguí una copia de la misma edición.- asintió conforme. Ojeó el libro por encima y se paró en la hoja del título.-
- Eius finis erat tragici, sed dilexit modo quod hodie. Ego amare. Eternum Tuus ,Isolda.- leyó. Levantó la vista hasta encontrarse con mis ojos, más pequeños de lo normal por la sonrisa que se dibujaba en mi rostro.- Podrías traducírmelo?- Negué con la cabeza, y las ondas de mi pelo acariciaron mis mejillas.
-Me da demasiada vergüenza. Además, quiero imaginarme la sorpresa de tu rostro al descubrirlo. Si lo pones en un traductor seguro que te lo traduce lo suficientemente comprensible.
-Eres más mala que el fósforo, el arsénico y el antimonio formando oxoácidos.- me quedé callada unos minutos intentando encontrarle el sentido al chiste.
-Claro que sí, campeón.- solté al no encontrarle solución alguna a aquella incógnita.
-Si me besas te explico el chiste.
-Tiene que ver con ciencias, así que creo que podré sobrevivir.-Bromeé. Entrecerró los ojos e hizo un mohín.
-No hay más tonto que el que no quiere aprender.- abrí la boca al escucharme insultada.
-Me estás llamando tonta?
-Yo no se lo llamé a nadie. Si te das por aludida será porque sabes que lo eres.- contestó malévolo. Fruncí los labios imitando su expresión.
-Que sepas que estaba bromeando, que iba a besarte y además me reiría con el chiste en cuánto lo entendiera.
-Yo también bromeaba.- se excusó.
-Pues ahora si quieres besa al bulldog que está cruzando el paso de peatones enfrente de la biblioteca. Y aprovecha para explicarle el chiste. Igual le hace gracia, y todo.
-Lo haría, pero no quiero que el pobre perro sufra por un amor imposible. Además, te pondrías celosa.- rebatió, actuando, pagado de sí mismo. Alcé la cabeza con orgullo y me agaché a coger mis cosas.- Isolda?- no contesté mientras recogía mis cosas.- Isolda, qué pasa?
-El número al que llama no está disponible en estos momentos, por favor, inténtelo de nuevo más tarde o, directamente, vaya a estudiar la velocidad con la que caen las manzanas.- contesté mordaz.
Sentí como intentaba ahogar una risa. Cuando estaba a punto de acabar de recoger mis pertenencias, sentí como unas manos fuertes me cogían de la cintura. Ahogué un grito cuando sentí mi espalda pegada al torso de Tristán y su respiración en mi oreja, haciendo que me costara respirar, concentrarme, y que mis neuronas hicieran sinapsis.
Hola! aquí estoy de nuevo! Aquí os dejo la traducción de la dedicatoria de Isolda:
Su final fue trágico, pero se amaron de la misma forma de la que lo hacemos hoy nosotros. Te amo. Siempre tuya, Isolda.
^^ espero que os haya gustado.
*Traduciendo la frase...*
ResponderEliminarMiércoles, Saray! Que ya la estaba sacando! xDD (Bueno, de algo me empanaba eh?) A mí me están empezando a poner nerviosa sus chistes científicos... los de letras no, eh? xDD
Ea, me alegro que hayas dejado (al menos por un tiempo) a los vampiros. espero el siguiente!
me encanta, el capitulo!!!! Tienen una relación muy bonita, que me gusta mucho. Respeto a los chistes como habló Paula,son muy típicos.PD: me gusta la foto en sepia del blog zeltia :)
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