Mis Novelas.

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viernes, 28 de septiembre de 2012

Tentación./ 41º Capítulo.





Soundtrack: Audiomachine- Land of Shadows





Allí me esperaban cuatro licántropos. El olor era muy fuerte, tuve que dejar de respirar.

-Sí, es ese olor.- Pensó el licántropo de pelo rojizo mientras establecía una conversación telepática con los demás.-

Supuse que sería el que me vio en la entrada de La Push. Se pusieron en guardia, (bueno, un poco más tensos de lo que ya estaban) con el pelaje erizado y enseñando los dientes.

-Vámonos al bosque, no quiero que mi familia vea esto.

Empezaron a andar, dejándome ir a mí delante. No se fiaban de mí, y mucho menos al ver que no oponía ninguna resistencia. Sabía reconocer una derrota, y sabía que no valía la pena que mi familia muriera para intentar salvarme. Estarían mucho mejor sin mí. Yo nunca debí haber existido. Debería haber muerto aquella noche de 1918, cuando un vampiro mató a mi familia humana, y la siguiente era yo.
Me paré en la mitad del bosque y me di la vuelta.

-No voy a oponer resistencia, ya que no quiero que nadie muera por mi culpa. –bajé la voz.- Al iros, tened cuidado, han enviado a cuatro vampiros. –me quedé quieta y cerré los ojos, esperando que no doliera demasiado.
-Será posible? En serio va a dejar que la matemos sin más?
-Y nos avisa para que sepamos la última oportunidad que tiene para salvarse?
-Será emo?-todos miraron para el último, con incredulidad.
-Tú eres tonto?
-Va, cuanto antes mejor, no vaya a ser que cambie de opinión.

Tomé aire y me despedí de mi familia, deseándoles que fueran felices ahora que yo no iba a estar. Uno de ellos gruñó pero escuché las mentes de los cuatro vampiros. Ahora que hacía? Los delataba o no?

-Paul, vámonos tío, he escuchado algo.
-Queréis que mate a Edward o qué?- me tensé. Por qué todos pensaban eso de mí!?-
-De acuerdo. Pero date prisa, joder!- pude sentir como salivaba el licántropo por poder cazar una nueva presa.- Apúrate, Paul! Los vampiros están cerca, oigo pasos a pocos metros!
-Paul, lo voy a hacer yo.- le dijo otro.
-Ni se te ocurra!- gruñó el aludido.
-Por qué!?
-Porque hace mucho que no mato a un chupasangres.
-Eres un sádico.
-Lo que tú digas.
-Hazlo de una maldita vez, estoy oyendo pasos!
-Vale, joder!

Pero de repente escuché un aullido de dolor. Abrí los ojos. Los cuatro vampiros estaban atacando a esos muchachos! (el más mayor tendría como 21 años).
Solté un chillido y me abalancé sobre Riley, quitándolo de encima de un lobo color oscuro. Tras chocar contra un árbol, se quedó mirándome incrédulo, reflejando mi propio rostro.

-Qué estás haciendo!? Estamos intentando ayudarte!- 

No lo sabía, fue un autoreflejo. No sabía por qué, pero fue como si ese lobo fuera Edward, aunque fuera imposible. En primer lugar porque el muchacho en cuestión se llamaba Paul.

- Apártate o lucha.
-Riley, es sólo un muchacho.
-Es un licántropo! Y quieren matarte! Eres suicida o que!?
-Y si les dejamos ir? De momento no han matado a nadie…
-Eres imbécil. Tú te escuchas cuando hablas?- Mientras Riley seguía halagándome, yo leía la mente de aquel hombre lobo que respondía al nombre de Paul. Estaba en shock.-
-L- la chupasangres a la que quería matar está intentando salvarnos… tal vez debería dejar de tomar cerveza…- se escuchó un aullido de dolor.- Jared! Mierda.
-Vete si no quieres luchar. Es la última vez que te lo repito.- me avisó Riley.

Me di la vuelta para irme. El vampiro ya pensaba en la victoria. Eran cuatro contra cuatro, pero los vampiros solíamos tener mejores cualidades físicas, por mucho que los licántropos quisieran negarlo.
Volví a escuchar otro aullido de dolor junto al de un vampiro al que le habían arrancado algún miembro o trozo de carne. Ya no podía soportarlo más, eran sólo niños. 
Quise correr y volver a casa, pero en lugar de ello, mis piernas se movieron en sentido contrario y empecé a luchar para ayudar a los perros. Mi razón no funcionaba, sólo mi instinto depredador. 


Nunca sabré lo que pasó en mi cabeza para perder el control de aquella manera como nunca antes lo había hecho.


Empecé por Riley, mientras los lobos gigantes se defendían. Pensándolo bien, tampoco hacía algo tan, tan, tan malo. Había matado, sí, pero había salvado a unas cuantas personas de morir desangradas, sobre todo en Seattle. 
Morder, descuartizar, hacer el montón y quemar. La teoría de la selva. Oh, bueno, y si puede ser, que no te muerdan. 

Después de haber acabado con los cuatro vampiros, de los cuales sólo conocía a dos, Riley y Bree, los metamorfos se quedaron mirándome perplejos, tanto, que no sabían ni pensar. Paul echaba humo, por su orgullo herido a causa de que un vampiro le hubiera salvado. Me quedé mirándolos con cara de póquer, esperando su resolución. Con cuanta calma podía esperar mi propia muerte!

Tras varios minutos en silencio, fueron dándose la vuelta uno por uno, obedeciendo la orden del muchacho más mayor, un tal Sam, un lobo de color azabache, en conjunto con sus ojos. 
Empezó a temblar y de un momento a otro volvió a ser humano. En un principio me asusté por si al convertirse se quedaría como Dios lo trajo al mundo, pero afortunadamente tenía unos pantalones vaqueros cortados por la rodilla. El mismo atuendo con el que había visto hacía unas horas al quileute que llamó por Edward. 

-Gracias- aún estaba desconfiado.- No te mataremos, pero no vuelvas a acercarte a Edward. Es un quileute más y lo defenderemos como tal. Si sabemos que sigues viéndote con él y que le haces algún daño, no responderemos y acabaremos contigo ipso facto.- asentí con la cabeza en un movimiento casi imperceptible. Sam se fue, dejándome allí en medio de mis pensamientos.


No podía entender lo que me había pasado. Había luchado contra mi propia especie para defender a la enemiga, los cuales, además, querían matarme. Por qué nunca podía ser medianamente normal? Por qué no podía ser como mi familia? Me encaminé andando a casa, temiendo en todo momento que los metamorfos cambiaran de idea.

Abrí la puerta de la vivienda y entré al salón. Todos en cuanto me vieron soltaron un suspiro de alivio. Alice y Esme trataban de controlar los sollozos que salían de sus gargantas. Santiago me miró esperando respuestas.






2 comentarios:

  1. Guau, tú defendiendo licántropos? Nunca pensé que ocurriría tal cosa xDDD
    Intentaría decir algo más, pero acabo de acabarme CoLS y estoy en modo "voy a cargarme a todo el mundo aquí y ahora y afjkvduvs" (?)

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  2. Me gusta mucho el capitulo. Estoy con Carmen,que haces defendiendo a los licantropos??
    Siento muchisimo no haber comentado antes,tu sabes que siempre te leo y comento,pero tenia que hacer siempre muchas cosas para el cole. sorry :) zeltia

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